Aislamiento acústico

Una de las propiedades del corcho proyectado es el aislamiento acústico.
REVERBERACIÓN DE SONIDO
La reverberación es un fenómeno sonoro producido por la reflexión, la cual consiste en una ligera permanencia del sonido una vez que la fuente original ha dejado de emitirlo.
El CORCHO PROYECTADO reduce considerablemente el efecto rebote de las ondas acústicas, de modo que elimina la reverberación y devuelve una energía sonora mucho más limpia y nítida. Así, podemos decir que el CORCHO PROYECTADO es un buen corrector acústico que amortigua vibraciones dentro del edificio, tanto originadas internamente como procedentes del exterior.
REDUCCIÓN DE LA TRANSMICIÓN DE SONIDO POR IMPACTO
El nivel de ruido que se produce en el local de recepción inmediatamente inferior a un forjado por excitación del mismo mediante una máquina de impactos normalizada, se denomina: nivel de ruido de impacto normalizado.
La mejora del ruido de impacto para evitar la propagación de este tipo de ruidos se debe realizar con un corte elástico entre el revestimiento del suelo y el forjado. Una de las mejores soluciones es la aplicación del corcho proyectado.

Aislamiento térmico

El corcho es un excelente aislante térmico
Un hogar con una buena barrera contra los cambios de temperatura y los ruidos será siempre más confortable y consumirá menos energía que otro sin esa dotación.
Las dos principales causas de pérdida de energía son: un inadecuado aislamiento térmico y los pasos de aire.
La función natural del corcho es proteger las partes leñosas vivas del árbol que lo genera. Su estructura alveolar, la cual impide circular el aire, el bajo contenido en agua y la falta de conductividad de sus compuestos, le permiten cumplir su función de aislante de forma efectiva. Presenta una resistencia al paso del calor 30 veces superior a la del hormigón.
El CORCHO PROYECTADO es un material usado en la construcción y en la industria, caracterizado por su alta resistencia térmica. Establece una barrera al paso del calor entre dos medios, que naturalmente tenderían a igualarse en temperatura, impidiendo que el calor traspase los separadores del sistema que interesa, como puede ser el caso de una vivienda y su entorno.